Senegal inaugura un grandioso y polémico monumento, que representa el "Renacimiento Africano", en la víspera del Cincuentenario de la Independencia, que marca el inicio de estas celebraciones en 17 países del África subsahariana que dejaron de ser colonias francesas en 1960.
Al menos 20 gobernantes africanos han anunciado sus asistencia a estas celebraciones, que se abren con los actos de inauguración de la imponente estructura de bronce de 50 metros de altura, situada sobre una de las dos colinas que dominan Dakar y que ha ocasionado protestas por motivos religiosos y también por su costo, informó Efe.
La estatua representa a un hombre con un niño en el brazo izquierdo y, a su lado, una mujer, los tres semidesnudos y mirando hacia el océano Atlántico y, según el presidente senegalés, Abdoulaye Wade, simbolizan "el África que se libera de todo tipo de dominación para entrar en un mundo nuevo".
Según Wade, este grupo escultórico pretende ofrecer al continente un monumento a la altura de la Estatua de la Libertad, de Nueva York, o la Torre Eiffel de París, "la hermandad humana, el diálogo de las culturas, el retorno de África asumiendo su pasado y mirando hacia el futuro, para cumplir con los pueblos y culturas del mundo".
El presidente Wade, que está convencido de su rentabilidad como atracción turística, señaló que el 35 por ciento de los ingresos que generará se ingresarán en una fundación que edificará escuelas de maternidad en Senegal y en África y que dirigirá su propia hija, Sindjeli.
No obstante, muchos senegaleses no comparten el entusiasmo de su presidente por el monumento al Renacimiento Africano y, en un país de mayoría musulmana, algunos círculos islámicos se han mostrado hostiles al considerar que su religión prohíbe las estatuas, ya que creen que suponen una forma de adoración.
El viernes, la víspera de la inauguración, la Asociación de Imanes de Senegal dio consignas para que en todas las mezquitas del país se maldijera el "monumento de la vergüenza", cuyas imágenes, además, están semidesnudas.
Wade ha rechazado reiteradamente las acusaciones de los imanes y subrayado que es un monumento, no una representación de unos seres humanos concretos, y que para nada supone una forma de adoración.
"Soy musulmán practicante y he preguntado a pensadores islámicos que me han asegurado que el monumento no choca con la religión", comentó Wade, quien dijo que el asunto depende la interpretación por parte de distintas escuelas de pensamiento religioso.
Más materialistas, los partidos opositores, agrupados en la coalición Benno Siggil Senegal (Unirse para Defender el Honor de Senegal, en lengua nacional wolof), han denunciado también lo que tildan de "estafa monumental", en alusión a las condiciones de financiación de monumento.
El monto total ha ascendido a 23 millones de euros y ha sido posible gracias a una transacción, en condiciones que no se han aclarado en detalle, entre el Estado y un controvertido empresario próximo al gobernante Partido Democrático Senegalés (PDS), de Wade.
Según los partidos, el empresario ha obtenido del Estado la cesión de un enorme terreno, ubicado en la zona aeroportuaria de Dakar, cuya venta le ha proporcionado 100 millones de euros.
La oposición ha convocado para hoy una manifestación para protestar pacíficamente contra el monumento, que estuvo prohibida hasta última hora pero que hoy mismo fue autorizada por el prefecto de Dakar.
Después de Senegal, otros 16 países de lo que fue el África occidental y ecuatorial francesa celebrarán este año, hasta el mes de noviembre, el cincuentenario de su independencia, obtenida en 1960, antes que las colonias británicas y portuguesas, que se independizaron, casi todas, entre 1961 y 1975.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario