Ritos de países para la buena suerte en el Fin de Año 2010

15:29 / Publicado por Spider Pig /



Desde el PARIDOSCOPIO os queremos felicitar este nuevo año 2010 y desearos lo mejor.Para ello os queremos ayudar para que tengas buena suerte y aquí os enseñamos los curiosos ritos que se dan en diferentes países de todo el mundo.Probad alguno haber si hay suerte.



Comerse las doce uvas al ritmo de las doce campanadas que marcan el final del año 'viejo' y el comienzo del nuevo año es una de las más conocidas,sobre todo en España. Aunque no siempre es fácil conseguirlo. De hecho, no es raro ver cómo cada uno tiene su ritmo a la hora de comer las uvas. "¡Me han sobrado dos!", "¡No me he comido ni la mitad"! "!Me he adelantado con los cuartos y no me ha quedado ninguna para las últimas campanadas!" .



También se suele recomendar introducir en las copas de cava o champán con las que se brinda para celebrar la entrada del año elementos que garanticen que 2010 traerá dinero y amor. En el primer caso se dice que es bueno meter un anillo o un pendiente de oro en la copa para lograr éxitos económicos y en el segundo caso resultará útil introducir una fruta roja (fresas, cerezas, granos de Granada, frambuesa, guindas, picotas...) .



Si quieres atraer la suerte al estilo escocés, recuerda que en Edimburgo se toman muy en serio el cambio de fecha. Durante cinco días -del 29 de diciembre al 2 de enero- celebran un festival conocido como 'Hogmanay'. Miles de personas participan en desfiles de antorchas, organizan juegos de luces y pirotecnia en el casco antiguo e inundan las calles de mercadillos y bailes celtas con Kilt. Además, en la noche del 31 se regalan whisky, un trozo de carbón y un bizcocho de pasas. Todo eso da buena suerte.



En Inglaterra en la noche del 31 de diciembre se cuentan los últimos diez segundos del año y cantan 'Auld Lang Syne' mientras brindan con champán. Es una canción del siglo XVIII del poeta Robert Burns, que se utiliza para despedir el año, despedirse de alguien cuando emprende un largo viaje, o despedir a un difunto en su funeral. Su estribillo dice: "¿Deberían ser olvidados los viejos amigos y los viejos tiempos? Por los viejos tiempos, amigo mío, por los viejos tiempos. ¡Tomaremos una copa de afecto por los viejos tiempos!"



Los alemanes aprovechan la última noche del año para predecir el futuro. ¿Cómo lo hacen? De un modo original. Funden plomo a la luz de una vela. Una vez derretido en una cuchara lo vierten a una cazuela con agua; al entrar en contacto con ésta el plomo adquiere formas caprichosas. El plomo se vende con una lista de interpretaciones: los trozos parecidos a un puño son un corazón y garantizan buena suerte en el amor, las flores indican nuevas amistades. Es una tradición similar a la de leer los posos del café. Esta práctica adivinatoria ya era habitual en la época de los romanos, expertos en la fundición de metales.



Los italianos aprovechan la Nochevieja para propiciar suerte en el amor con lencería sexy de color rojo, una tradición que también se sigue en España, pues es habitual que las tiendas aprovechen estos días para comercializar este tipo de lencería. Otra costumbre es que se deshacen de ropa y muebles viejos para dar cabida a lo nuevo, sobre todo en Nápoles y Roma, donde más de una vez han tenido que poner freno a través de normativas legales al ímpetu de lanzar trastos por la ventana. Para atraer suerte con el dinero comen lentejas en el último día del año. Ésta es otra tradición que tampoco resulta ajena a los españoles.



Los polacos se apuntan a algunas de las prácticas europeas en el ámbito del fetichismo festivo por Nochevieja. No sólo llevan ropa interior roja, además esconden en su monedero las escamas del pescado que cenan en Nochebuena para asegurar el éxito profesional el resto del año. Otra costumbre es intentar pagar todas las deudas y así encarar el año entrante libre de ataduras. Tampoco dudan de desprenderse de cosas viejas para dar cabida a todo lo nuevo en el nuevo año. Así, los últimos días del año se dedican a hacer una buena limpieza de armario.



En Francia la última noche del año si se besa a un desconocido (a) bajo un muérdago, se conseguirá esposo (a) en el siguiente año.



En Rusia por ejemplo, la cena del día último del año se conforma de lechón relleno de trigo negro o ganso relleno de manzana, además en la mesa generalmente se encuentran mandarinas que son sumamente apreciadas.



En Argentina, cabe destacar que Buenos Aires, vista desde el cielo, se convierte en una gran falla la noche del 31 de diciembre. A las once de la noche los vecinos de los barrios de Ensenada y Berisso queman los momos, muñecos de papel maché muy parecidos a los ninots valencianos. Es su manera de desprenderse de lo malo ocurrido y dar la bienvenida al nuevo año.



Comer una cucharada de las lentejas en Nochevieja es una tradición en Chile, donde también está extendido el uso de ropa interior de color amarillo para atraer el amor. Hay una práctica adivinatoria del año nuevo que consiste en cascar un huevo en un vaso de agua la medianoche del 31 de diciembre y al día siguiente se interpreta su forma. Si se parece a una iglesia es que habrá boda y si hay círculos, dinero o cambios en lo personal, dicen los salvadoreños.



Pasear o correr con maletas en Nochevieja no es una prueba de atletismo urbano. Se trata de un ritual para que el año nuevo traiga muchos viajes, muy extendido en Colombia y seguido también por venezolanos, panameños, paraguayos, peruanos, chilenos, salvadoreños y costarricenses. Y si al salir de casa con las valijas se da un portazo, mucho mejor: se alejarán los malos espíritus.



Otra forma de acabar con lo malo es someterlo al fuego purificador. Se queman muebles y ropas viejas en Perú, Honduras y Ecuador. Se escribe en papelitos lo indeseable y se introducen en un muñeco al que se prende fuego, como hacen los campesinos de Colombia.