La realización de ese sueño está a punto de materializarse gracias al equipo del profesor Evgeny Moskalev, de la Universidad Tecnológica de San Petersburgo. Según sus propias palabras está trabajando un método para convertir el alcohol en polvo para que este sea metido en cápsulas o transformado en pastillas. Ha empezado por el vodka, pero asegura que no descansará hasta que pueda convertir también el coñac, el vino o la cerveza en pastillas.
Nos gusta pero… ¿a qué obedece esta intención? Quizá el doctor es de aquellos que mantienen que una dosis de alcohol es buena para el organismo. No lo sabemos, pero cuando se trata de alcohol no nos importa saber las razones que llevaron a convertirlo en pastillas. Así que nuestra única pregunta al respecto es, ¿cuando te tomes una pildorilla en la calle será tomado por las autoridades como un “botellón”?

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