El pueblo austriaco de Rattenberg tiene un problema. Debido a la orografía del terreno, prácticamente no ven la luz del sol durante los meses de invierno. Esto está provocando que la población vaya emigrando a zonas más agradables para vivir.
Pero van a solucionar su problema a lo bestia, bueno, a lo grande.
La empresa Bartenbach Lichtlabor GmbH instalará 30 heliostatos (espejos rotatorios) frente a la montaña que les tapa el sol para redirigir hacia el pueblo la luz y el calor solar.
Los espejos llevan un dispositivo que les hace rotar para mantener siempre un ángulo adecuado respecto al sol.
Parece que no es la primera experiencia de este tipo. Esta empresa ya ha utilizado heliostatos para iluminar sótanos, estaciones de tren e incluso mezquitas. Varias poblaciones de la zona han mostrado interés por el invento. Sólo en la zona del Tirol hay 60 pueblos con el mismo problema.
El coste es elevado, unos dos millones de euros, pero en este caso la Unión Europea sufragará el 50% y la propia empresa aportará 500.000 euros por la autopromoción que les reportará el proyecto.
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