El gobierno municipal de Isesaki, en el centro de Japón, ha prohibido a sus empleados llevar barba, después de recibir quejas sobre algunos servidores públicos que fueron al trabajo sin afeitar, informó hoy la agencia local Kyodo.
La alcaldía ha sido tajante y ha prohibido que los funcionarios municipales lleven barba, después de que varios ciudadanos se quejaran del aspecto que presentaban algunos empleados públicos a la vuelta de las recientes vacaciones de la Semana Dorada.
Según Kyodo, el gobierno de la ciudad pidió inicialmente a los trabajadores denunciados por los vecinos que se afeitaran, pero finalmente ha decidido imponer una prohibición que, no obstante, no supondrá multa alguna.
"Algunos ciudadanos encuentran las barbas indecorosas, por lo tanto quedan prohibidas", indica una nota del ayuntamiento de Isesaki, situado en la provincia de Gunma.
Según un representante del ayuntamiento, pese a que cada vez se tolera más la barba -por otro lado poco habitual entre los hombres japoneses- "los servidores públicos deben lucirse como tales".
La prohibición se produce poco antes de que se introduzca en Japón el "Cool biz", una iniciativa pública que promueve ir a la oficina sin corbata ni chaqueta para así conseguir ahorrar energía con un uso más eficiente de los sistema de aire acondicionado.
La rígida etiqueta de los conocidos como "salaryman", oficinistas japoneses, ha sido desde la recuperación económica nipona tras la II Guerra Mundial una de las imágenes más típicas del Japón moderno, algo que poco a poco se ha ido relajando, especialmente en verano.
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