El café, bebida que muchos tomamos en diferentes horas del día y en distintas combinaciones para mantentenernos despiertos, estuvo prohibido en Rusia, en el siglo XIX, con penas de tortura y mutilación. El consumidor de café era castigado cortándole la nariz o las orejas.
Pero esta no es la única prohibición del café, la primera ocurrió en 1511, cuando el sultano Kair-Bey ordenó destruir el producto y cerrar todos los cafés. Además, cualquiera que fuera descubierto consumiento café recibía una paliza y si éste recaía se le introducía en una bolsa de cuero y se le arrojaba al mar.
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