PARIDOSCOPIO

Todo en Estados Unidos es susceptible de convertirse en un arma. Incluso lo que al simple vista podría parecer un inocente bocadillo puede llegar a ser un contundente instrumento de agresión.

Así ocurrió en Haycock Township, Pennsylvania, a unos 50 kilómetros al norte de Philadelphia (EE.UU.). Allí la policía fue alertada por una mujer de 23 años que declaró que su novio, de 33, le había agredido de manera cruel y con alevosía durante una discusión con un bocadillo típico de la zona de Philadelphia.

Cuando uno lee ese procedencia piensa que el arma en cuestión no era más que una rebanada de pan de molde untada con crema de queso (aclaramos que el nombre de la ciudad es también el de un derivado cremoso de la leche) y, por supuesto, pone en duda su contundencia.

Pero, al parecer, este bocadillo típico es del tamaño de una barra de pan y su contenido es, básicamente, mucha carne con un poco de queso. Así que, en las manos apropiadas, esa pieza gastronómica bien dirigida puede convertirse en un instrumento de destrucción masiva, y no sólo para el estómago.

No sabemos sobre qué pudo discutir la pareja, pero el caso es que el novio, en un arrebato, agarró el bocadillo y golpeó violentamente a su novia con él en la cara.