viernes, 26 de febrero de 2010

La silla del muñeco puteado



La silla se llama Chairnificine y es de un diseñador brasileño llamado Gustavo Brenk. Y, aunque no parezca demasiado cómoda, no podéis negarme que el diseño es sublime. Quedaría muy bien en una sala de juntas de una gran multinacional, en la que los directivos se sentarían en estas sillas, como preludio a lo que sufrirían si fallasen.

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