Un perro que estaba jugando en Ekrath (Alemania) con su dueña a traer las cosas que le lanzaba encontró una granada estadounidense que data de la II Guerra Mundial y se la ofreció a la mujer sin que el artefacto estallara.

La dueña dejó de pasear a su mascota cuando reconoció el arma oxidada y llamó a la policía local.
Varios expertos en municiones examinaron la granada el domingo para desactivarla.
El descubrimiento de granadas y bombas de la II Guerra Mundial es común todavía en Alemania.
Calles enteras de barrios donde se ha encontrado armamento han tenido que ser evacuadas a veces para desactivar los aparatos de forma segura.
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